No cabe duda de que las motos Cafe Racer están más de moda que nunca.

En gran parte porque en el mundillo de las motos se está imponiendo una estética vintage inspirada en los clásicos más imperecederos.

Y en gran medida también porque el aficionado a las preparaciones de motocicletas exige cada vez más calidad.

Por lo que respecta a diseño y calidad, las motos Cafe Racer Dreams se llevan la palma.

Una BMW R100, la base para una Cafe Racer purasangre

Como es habitual en las motos de tipo Cafe Racer, hemos trabajado sobre la base de una de las monturas consideradas clásicas: una BMW R100 RT fabricada en el año 1981 que se encontraba en un estado de conservación excepcional.

No obstante, para aligerarla de peso —e imprimir asimismo nuestra particular estética Cafe Racer—, nos deshicimos del carenado que venía de serie, puesto que consideramos que el carenado de la versión RT de 1981 era excesivamente pesado.

Además, otro motivo para la eliminación era que estas piezas venían con rejillas de ventilación, guanteras y parabrisas regulable, con lo que al final parecía una motocicleta destinada al uso policial (de hecho, la BMW R100 RT fue uno de los modelos favoritos de los cuerpos policiales de los años 80).

El motor de 1.000 centímetros cúbicos mantiene el mismo ronroneo del primer día, gracias al minucioso trabajo mecánico de desmontaje, limpieza y reparación que hemos llevado a cabo,

Uno de los elementos que teníamos claro desde un principio que modificaríamos era el tubo de escape. Para el nuevo tubo seleccionamos uno de la marca Sky Rocket Black, diseñado con el estilo Cafe Racer habitual de los años 60 y 70.

Por otra parte, para realizar la función de carburación, hemos tenido que poner un nuevo carburador de la marca Bing, mientras que para el filtro de aire hemos decidido sustituirlo por uno de tipo cónico.

Un comportamiento dinámico acorde a una moto Cafe Racer

Nuestros clientes están muy preocupados por las sensaciones y el tacto que van a percibir cuando se monten a la grupa de sus máquinas.

Y el propietario de esta CRD105 —el arquitecto e interiorista Joseph Vonsung— también quería que su moto fuese divertida y que le exigiese de cierta pericia a los mandos para extraer el máximo partido a su montura.

Por esa razón, el chasis lo fabricamos nosotros mismos en nuestro taller, contando con proveedores externos como Hagon, que nos proporcionó la amortiguación.

Por otra parte, hemos mantenido la horquilla original, pero la hemos modificado para que también goce de la impronta Cafe Racer Dreams.

El manillar fabricado por Renthal nos aporta el toque clásico, que combina perfectamente con los puños de color negro fabricados por Biltwell.

Respecto a los neumáticos, hemos decidido colocar unos Continental TKC 80 ya que estas ruedas son de las que mejor agarre proporcionan.

Los elementos más característicos de una moto Cafe Racer.

Entre los detalles que más llaman la atención de nuestras motos siempre destaca por encima de todo lo demás el depósito de gasolina, porque siempre son muy vistosos y llamativos.

Por decisión creativa de su propietario, para la CRD105 hemos mantenido el depósito original de BMW, pero lo hemos pintado en un llamativo color verde menta, que contrasta a la perfección con el negro del asiento, las llantas, el manillar y los puños.

El faro es de la marca Clubman LSL, el velocímetro está fabricado por Moto Gadget Tiny, mientras que el mando de arranque es un WW con llave de contacto de 3 posiciones con retorno.

En definitiva: un duro trabajo de seis semanas de duración lleno de pasión, creatividad y gusto por la calidad.

Si te gustan nuestras motos Cafe Racer Dreams y quieres saber más sobre ellas, puedes contactar con nosotros en este formulario.