Todos los coches tienen una historia detrás, pero este Range Rover Classic, de 1994, es historia pura.

Casi toda su vida fue propiedad de un reputado traumatólogo de Gerona, que lo utilizaba para trasladarse por las cercanías de su segunda residencia, en fines de semana o durante las vacaciones y, tras unos pocos meses en compraventa, fue adquirido por un nostálgico del modelo, que decidió venderlo por poco uso.

Fue así como cayó finalmente en manos del sobrino de un famoso jugador del Barcelona de la década de los 60, residente en Santander, que confío su restauración a CRD.

“Pionero de los todoterrenos de lujo, este Range Rover combina la comodidad de una berlina con la capacidad off-road, permitiendo muchas posibilidades tanto para la vida diaria, como para el ocio y los viajes”.

Cuando escuchamos su propuesta, algo nos impedía restaurarlo por completo. Queríamos que siguiera conservando esa patina de época que lo convertía en un vehículo tan especial y eso es lo que explica que el motor y la caja de cambios, que estaban en perfectísimo estado, no se hayan tocado. Tampoco la tapicería, que es la original.

Para que el resultado fuera aún más espectacular se han cambiado la transfer, el kit de embrague y la caja de dirección, además de sanear el interior, pintarlo por completo e instalarle una radio nueva y una cámara de visión trasera.

El punto flaco de este modelo, al ser de hierro, era su facilidad para oxidarse. Un asunto que también ha quedado solucionado con la instalación de una nueva ventana/portón trasero de aluminio, traída de Inglaterra.

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