Cinco de la mañana. Equipaje de montar en moto, unos cuantos cascos y desayuno rápido. 15 minutos después, todavía con alguna legaña pero con una sonrisa enorme, estábamos de camino a fotografiar nuestra edición limitada de camisetas: CRD x Humble.
Con un Land Rover defender negro, una furgoneta que llevaba dos de nuestras motos más icónicas (#CRD93 y #CRD61) y unas ganas increíbles de pasar un día mágico, nos hemos puesto de camino a las afueras de Madrid. El equipo elegido para la ocasión ha sido el siguiente: El fotógrafo y amante del motor Alan, Dan, el hombre que toda persona querría tener en su equipo de comunicación, Celia que no cree en los límites, Caro, encargada de una gran parte de las actividades de Cafe Racer Dreams, Ale, que ha hecho más kilómetros en moto que en avión y Pablo, director de Humble. La localización elegida para la ocasión ha sido La Pedriza, conocida por sus carreteras repletas de curvas y rodeadas de pinos.
El sol nos ha dado la bienvenida justo al llegar a la localización, una sensación increíble. El día comenzaba de una forma inmejorable. Justo en las afueras de La Pedriza, la autopista atraviesa la cresta de una montaña e inmediatamente se tiene una vista de cientos de copas de árboles, uno detrás de otro. Todo ello con un fondo repleto de imponentes montañas. Desde aquí, la carretera se ve como una línea que lleva hacia el parque nacional. Nuestros ojos no eran capaces de creer o explicar esta vista tan mágica. Hace solo una hora estábamos en Madrid rodeados de rascacielos y estructuras enormes y ahora estamos en medio de la naturaleza.
La mayoría no nos conocíamos antes de esta jornada, pero eso no ha sido un problema. En CRD nos hemos tomado nuestro tiempo para juntar este equipo, ya que teníamos claro que solo hay una cosa que verdaderamente importa, nuestra pasión para crear y nuestro amor por Cafe Racer Dreams.
La sesión en sí ha durado unas seis horas, separada en dos localizaciones diferentes. Hemos dividido el día en dos partes, con un descanso de media hora en el que hemos comido unos poke bowls dentro del camión para resguardarnos del viento.
Frío a parte, el día ha sido muy divertido. Nada ha parecido trabajo, y eso es lo que nos encanta de CRD. Es la magia de la marca en la que hemos trabajado tanto para construir. Una comunidad de gente con pensamientos similares y con muchas ganas de ser originales. Soñadores y personas proactivas. Aquellos que piensan que pueden y no necesitan la aprobación de otras personas para hacerlo. Nuestros 419.000 seguidores son la razón por la que hemos tomado este gran paso de convertirnos de un humilde taller a una marca de estilo de vida.