Cafe Racer Dreams da un golpe de efecto con la #CRD124, una moto que plasma su idea de cómo puede ser una cafe racer. A estas las alturas este tipo de motos se han vuelto unas clásicas modernas, y con ellas se recupera la esencia de un estilo que nació en los años sesenta, en las carreras de bar que organizaban los ingleses y que marcaron a varias generaciones. Ausencia de carenado, semimanillares bajos y estética clásica y de líneas limpias caracterizan este tipo de motos que han sido el detonante de muchas transformaciones y de los nuevos modelos que lanzan algunas marcas. CRD ha ido un paso más allá con su 124, que internamente se conoce como “Race”, tanto en el apartado estético, como en su interior, dando vida a una moto realmente única.

Como era de esperar poco queda ya de la BMW R100 RS de 1981 en esta customizacion, tan solo parte del chasis y el motor, que se ha desmontado completamente y puesto al día pieza a pieza. Para mejorar sus prestaciones se han montado unos escapes cortos GPR, con carburadores con tomas tipo trompeta y tratamiento de cerakote en la parte superior y en las cubas.

En la parte delantera desaparece la sencilla horquilla telescópica de serie y se monta una invertida de Suzuki GSX-R 1000, de la que también recibe las pinzas Tokico de 4 pistones y anclaje radial, que muerden unos discos de 320 mm. La cual se combina con unos amortiguadores Öhlins con depósito separado en el tren trasero y neumáticos Dunlop Arrowmax. Con esta receta la #CRD124 es una moto divertida en marcha, porque tiene reacciones firmes como las de una moto moderna y responde a tus demandas en conducción deportiva, tanto en frenada como en los cambios de dirección.

Uno de los puntos que te llama la atención la primera vez que la tienes ante ti es la parte delantera, protagonizada por un impactante semicarenado con faro redondo. Que además tiene muchas horas de trabajo detrás, por un lado para fabricar al araña que sujeta a éste y al faro, y por otro para adaptar una cúpula de metacrilato que encajase con las dimensiones buscadas. Como buena cafe racer monta unos semimanillares Tomaselli totalmente regulables, que te hacen encajar en ella como en una moto deportiva, y se rematan con unos puños Vans.

La posición de conducción está también marcada por unas estriberas Tarozzi, que te hacen cargar más peso en el tren delantero. Cuando te pones a sus mandos descubres otro de los detalles más cuidados: la tija mecanizada CNC de aluminio Alzintok 75, que tiene unos acabados perfectos y en la que encaja el cuadro digital Motogadget Motoscope. Esta pieza de aluminio tiene incluso un tapón en forma de tuerca de aluminio, que cubre el eje de la dirección para conseguir una estética superior. En la #CRD124 se introducen los retrovisores con intermitentes integrados, otra solución para conseguir las líneas más limpias posibles en el tren delantero. Por su parte el corto guardabarros delantero, que busca seguir la estética de la cúpula, se ancla con soportes artesanales CRD.

La decoración recuerda a los colores de guerra de BMW, donde el blanco roto se combina con un azul más claro que va a juego con el utilizado en el logo de la marca y otro más oscuro que se utiliza en el chasis. El contraste lo ponen los cables en rojo de las pipas de las bujías y la piel de las pequeñas rodilleras y del asiento. Un elemento que también merece mención especial porque hace la forma de un colín monoplaza y se ha fabricado con tensión interior para que los pliegues de la piel queden perfectos. La zaga de la moto se remata con unos minimalistas intermitentes y un corto guardabarros “made in CRD”. Esta última customización de Cafe Racer Dreams tiene mucha personalidad y cuando la ves en vivo te cautiva por sus formas y la decoración. Pero para disfrutarla completamente te tienes que dar una vuelta con ella…

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