Artículo escrito por Bike Exif sobre la CRD56 Cafe Racer.

Seamos sinceros: la mayoría de las motos que llaman la atención de la escena personalizada son construcciones de gran presupuesto. Cuestan tanto como una nueva motocicleta conducida desde un concesionario.

Y eso está bien, porque ese es el precio de la personalización en el mundo comoditizado. El arte de alto nivel no es barato. Pero aún es refrescante ver a un constructor líder aplicar un poco de magia a una bicicleta básica como la Yamaha SR125.

El SR125 es popular en Europa como una motocicleta para aprender a conducir, y por una buena razón. Se puede comprar de segunda mano por unos cientos de euros o libras. Es resistente, fiable y fácil de manejar. Por lo tanto, es perfecta para las atestadas calles de una ciudad europea tan concurrida como Bilbao, donde vive Alain, el dueño de la CRD56 Cafe Racer.

Estamos bastante seguros de que este es la SR125 más elegante que recorre las calles del norte de España, pero eso no es una sorpresa ya que es la última máquina de Café Racer Dreams.

En la parte delantera lleva horquillas Betor y manillar Renthal Ultra Low equipados con el interruptor de CRD con una apariencia súper limpia. El motor revisado ha sido pintado y pulido, junto con carburadores Mikuni.

Las luces delanteras y traseras compactas de Cafe Racer Dreams añaden un ambiente retro, además la moto se ha reconectado usando un discreto sistema de encendido. La pintura, por supuesto, está inmaculada.

¿Quién hubiera pensado que una humilde SR125 podría volverse tan elegante?

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