Mohammed, o “Moe” es un exitoso empresario con sede en Abu Dhabi cuyos pasatiempos favoritos son las motos, las motos y…. bueno, más motos. Es dueño de scramblers, bobbers, una cafe racer, y ahora, de una Cafe Racer Dreams.

Moe contactó con nosotros para hacer una moto similar a la CRD102 aunque con algunos toques más modernos, como por ejemplo el nuevo Motogadget M-unit Blue, un dispositivo que permite arrancar la moto con un sistema Bluetooth desde el teléfono móvil y quería incluirlo en el nuevo proyecto.

Esa misma semana, nuestro equipo viajó a una pequeña ciudad del norte de España llamada Castro Urdiales, a unas 5 horas de Madrid. Allí estaba a la venta una BMW R100 RS de color azul marino que creíamos resultaría la moto perfecta para esta preparación.

Un vez allí, resulta que Diego, el dueño de la moto, también era un entusiasta de las cafe racer. Ya había modificado dos motos con este estilo y esta BMW R-100 RS iba a ser su siguiente proyecto, pero por falta de tiempo libre había decidido venderla. Se alegró mucho cuando se enteró que Cafe Racer Dreams iba a hacer una preparación con su moto, y formar así parte del proceso. La moto estaba en unas condiciones impecables, no tenía ningún arañazo y todo el cableado estaba en perfecto estado,  después de probarla y revisarla mecánicamente, sellamos el trato con Diego.

Nuestros mecánicos se pusieron manos a la obra en cuanto llegamos a Madrid,  el proceso de convertir esta vieja BMW en una obra de arte había comenzado.

Nos llevó un total de 7 semanas acabar el proyecto. En esta ocasión escogimos el depósito en un gris un poco más oscuro de lo habitual. El asiento es 3 cm más ancho, haciéndolo más cómodo para conducir. La suspensión en 3 cm más alta, ya que Moe nos pidió que ajustásemos la moto a su altura. El cuero utilizado en el asiento es de color marrón oscuro, lo que hace que la moto tenga un aspecto más agresivo. Además, cuenta con unos intermitentes modernos en forma de huevo colocados justo debajo del asiento. Como siempre, prestamos mucha atención a la estética, la funcionalidad y, por supuesto, la seguridad.

Este es el tercer viaje de CRD a los Emiratos Árabes Unidos, un logro asombroso para el equipo. El entusiasmo por la innovación hace de este país un lugar donde nada parece imposible, en términos de construcción. Sumergirnos en este entorno nos permitirá crear desde un punto de vista diferente, donde no hay límites ni restricciones.